Para empezar el individualismo no tiene nada que ver con el egoísmo, él nada más es que la valorización del individuo como unidad, valoriza tanto a sí mismo como a todos los otros individuos a su alrededor, “Cada individuo es singular en su existencia”. Ya el egoísmo es la súper valorización de sus deseos por encima del deseo de cualquier otro individuo, significa accionar solamente para su proprio bien y suceso.
Debemos buscar lo que realmente nos deja satisfechos, esta búsqueda empieza de adentro para afuera con la identificación de las creencias, miedos y preconceptos pasando después a confrontarlos con la realidad.
Luego vivirá buscando la verdad hasta mismo en las pequeñas cosas; pasará a buscar las calidades en cada persona que conozca, va a amar a cada una por considerar que Dios está presente en ella y no en un templo con imágenes para reverenciarlas; percibirá que el dinero de nada vale y que el valor está en las emociones y en el apoyo que demuestra y ofrece para cada ser que está a su alrededor.
Considerarás a la naturaleza también como un individuo, el más importante y complejo de todos, pues ella es la fuente de toda vida que existe, es la pura vida. Cada animal pasará a tener un alma a tus ojos y percibirás que la existencia de cada uno genera el equilibrio de todo el mundo. Las plantas a través del calor del sol y de la hidratación del agua traen al aire pureza y frescor para nuestra respiración, traen también el alimento para todos los seres, que en consecuencia también nos alimentan.
Si la vida depende del equilibrio entre todo, la buena vivencia entre seres humanos, animales, vegetales y minerales posibilitará que el mundo continúe desarrollándose, y cualquier ruptura de esta cadena podrá destruirnos a todos.
¡Por lo tanto Aprecie la singularidad de cada ser y viva también su proprio individualismo!
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