domingo, 17 de outubro de 2010

¿Yo, el Lobo?

Entre mis diversas personalidades tengo dos que las considero principales, acostumbro a llamarlas de “el Hombre” y “El Lobo Solitario”. Ellas poseen comportamientos opuestos siendo la del Lobo extremamente “racional” y la del Hombre “humana”. Ellos siempre estuvieron en lados opuestos luchando, el Hombre motivado por sus emociones y el Lobo por sus pensamientos.
El Lobo posee características singulares, él adora quedarse solo, tiene en la soledad su mayor refugio, cree que la mejor forma de crecer es a través del contacto consigo mismo, busca constantemente el conocimiento del “Yo” y la superación de sus límites, odia las futilidades de la vida y desprecia las personas comunes (la masa). Comportamientos tendenciosos son rechazados por él. Nunca está satisfecho, perfeccionismo es su apellido.
Con respecto a su comportamiento es totalmente cético, métricamente astuto, frío, calculador y analítico; Anarquista, Ateo y Existencialista; objetivo, práctico y racional; es el mejor de todos los estrategas. Tiene como don la ironía y es extremamente sarcástico, poseedor de una gran sagacidad en la mirada.
No cree en El amor, tampoco en Dios, no le importan un bledo las religiones, las considera una tremenda pérdida de tiempo, dice que las religiones sólo sirven para frenar a los seres inferiores y limitados que si no poseen algo que los oriente, perjudican y perturban la sociedad, seres que necesitan de una motivación extra-vida y que muchas veces ni así mismo consiguen vivir sus propias vidas.
El Lobo cree que las mujeres son todas iguales, acostumbra a decir que una mujer construye y destruye con la misma facilidad. Para él, ellas son simplemente un pasatiempo,  respeta sus singularidades, no las perjudica, no cree en ellas, pero admira la intuición y la habilidad que tienen.
El Lobo se supera a sí mismo con facilidad, siempre que está en una situación adversa su censo analítico consigue ver la situación por un prisma privilegiado, ve todas las salidas y soluciones, escoge la que más lo beneficiará a corto y largo plazo. Por causa de esto él se torna el apoyo del Hombre, que por ser sentimental necesita de sus habilidades para encarar algunas situaciones.
El Hombre es lo opuesto, casi siempre entra en desacuerdo con el Lobo; al Hombre le gustan las personas y prefiere estar rodeado de ellas, lucha para motivarlas y busca extraer lo mejor de cada una; ve la belleza de las cosas simples y ama la singularidad de cada ser; su mayor pasión es ver el brillo en los ojos de los inocentes que se parecen con el suyo. Es motivado por la esperanza de un mundo mejor y sueña con el día en que no existirán más fronteras y todos los hombres serán libres.
El Hombre ama la naturaleza y ve en ella una madre, la respeta y protege, está siempre maravillado con sus espectáculos, ve todos los días el nacimiento Del sol y adora cuando consigue ver la puesta, siéntese renovado cuando ve la luna llena brillando y hace pedidos cuando ve una estrella candente, la tierra es una amiga para él y todos los animales sus pequeños y frágiles hermanos, los considera también poseedores de alma.
El Hombre posee diversos amigos, sin ellos él nada es, hace lo posible y lo imposible para ayudarlos, si llega a ser necesario donar su vida, con certeza el Hombre la donará. El Hombre es extremamente popular (contrariamente al Lobo), adonde va consigue relacionarse muy bien estableciendo helos fácilmente.
El Hombre cree en las religiones (mismo teniendo la certeza de que el lugar más próximo donde puede encontrar a Dios es dentro de él), dice que sí, las religiones pueden ser un camino para Dios (no el único), piensa que templos son lugares extremamente llenos de paz y que proporcionan unión e iluminación a las personas; adora la sensación que estos lugares ofrecen.
El Hombre tiene a las mujeres como amigas, las ve como seres complejos que necesitan atención, tiene por ellas sentimientos buenos y respeto profundo, busca una pareja para construir y compartir una vida, considera el mundo extremamente machista y defiende con garra la igualdad entre los sexos. El Hombre no sólo cree, sino que también busca el amor, su alma irradia esa voluntad, vive apasionado; y es fácil apasionarse por su manera cautivante de ser.
Con relación a su comportamiento el Hombre es muy gentil y bien humorado, su sonrisa es radiante, es sociable y bondadoso, bien comportado y solidario, simple, honesto y justo. Trata a todos con gentileza, es extremadamente tolerante, respeta y busca aprender con todos los tipos de personas, prefiere las personas más simples y más vividas.
Como en el Libro “El Lobo de La estepa*”, mis dos personalidades vivían en conflicto, una observando la acción de la otra, esperando por el momento adecuado para criticar; El Lobo por ejemplo, daba carcajadas cuando el Hombre se apasionaba y no era correspondido; ya el Hombre criticaba y se burlaba de la soledad del Lobo.
Hubo un momento en el cual los dos se hicieron uno, fue cuando el Hombre se apasionó por una mujer que también consiguió seducir al Lobo, El Lobo se dejó adiestrar por ella, y el Hombre pasó a dominar casi todas las acciones del ser, al inicio se oía el alto aullido del Lobo, después de un tiempo solamente el suspiro del Hombre, a veces sucedía un aullido silencioso que surgía de las profundidades del ser (que solamente el Hombre podía oír),el  Lobo estaba adormeciendo y el Hombre estaba viviendo con todos sus ideales.
En el momento en que el Lobo estaba casi adormecido, fue despertado por el Hombre desesperado por causa de algo que ya sucedió con muchos otros individuos, una típica decepción amorosa, en este momento él necesitó de la ayuda del Lobo, pues el helo establecido había sido muy fuerte y él había dado mucho poder a aquella mujer. Por estar inapto para encarar la situación, dejó que el Lobo asumiese el control. El Lobo indignado recordó todas sus antiguas creencias y gritó, “Hombre, somos uno, el dolor que sientes yo también lo estoy sintiendo, lucharemos juntos para superarnos”, el Hombre miró espantado al Lobo y respondió, “sí Lobo, somos uno y ahora tomaré una actitud tuya, voy a resguardarme por tiempo indeterminado para reconstruirme, los rastros dejados fueron profundos” y el Lobo meneó la cabeza concordando, y por primera vez se vio ternura en los ojos del Lobo.
Juntos caminaron por una ardua estrada, que superaron apoyándose uno al otro, el Lobo se tornó más humano y el Hombre más Lobo. Haciendo con que estas dos personalidades se fundiesen y el equilibrio fuese restablecido nuevamente. El Lobo por fin tenía un amigo y el Hombre era capaz de superar así cualquier tipo de situación.
La fusión entre estos dos seres generó otro llamado "Imparcialidad".
- Dedico este texto al Lobo y a la única mujer que consiguió seducirlo.

( Firmado - El Hombre )